miércoles, 1 de agosto de 2012

Una extraña Pareja 08

AH!... - gimió al sentir que Ron introducía un dedo en su sexo ; una mezcla de dolor y placer la invadió, y la hizo temblar aún más.

Sin esperar ni un segundo, Ron apartó las braguitas ; sujetándolas con una mano mientras que con la diestra se ayudaba, cerró los ojos, concentrándose en penetrar suavemente a Ginny, que gemía asustada.

Un profundo suspiro surgió de la garganta del chico al haberla poseído por fín.

Se mantuvo en su interior, abrazándola y pegándose a ella como si no le bastara aquello, y suspiró, temblando tenuemente.

Dirigió sus besos por su cuello, mientras empezaba a moverse instintivamente. Mordisqueó suavemente aquella piel tierna, y se deslizó hasta sus pechos, sobre los que paseó suavemente la lengua, haciendo que Ginny temblara con cada cosquilleo que encendía su ser.

Rodeó los pezones con los labios, exhalando aire caliente, observando cómo se endurecían, y los lamió, Ginny suspiraba,extasiada. Nunca había probado algo parecido, y, aunque estaba aún asustada,no quería olvidarlo.

Mmmmm...- gemía, mordiendose los labios para no gritar ;Ron seguía atendiendo aquella parte de su cuerpo que parecía tan sensible.

Se los llevó a la boca,lamiendolos como si fueran un dulce, tras lo cual volvió a encontrar los labios de la chica, e introdujo la lengua, juguetona, buscando la de Ginny, conviertiendo aquél beso dulce en algo mucho más perverso.

Empezó a moverse tenuemente, vigilando no hacerle daño, acariciandola con aquellas grandes manos que la estaban volviendo loca y con las que imaginaba cada vez cosas peores.

Poco a poco el ritmo de sus caderas cobraron fuerza, haciendo que Ginny se transformase, la rabia y el malestar que había guardado para su hermano había desaparecido, y mil sensaciones nuevas las habían suplantado.

Su piel, caliente, abrasaba al chico, que seguía embistiendo con furia ; mientras la cogía de las caderas para moverla mejor.

Ginny se abrazó al muchacho ; sus manos resbalaban por la espalda mojada de sudor, excitandola aún más.

El ruido de la mesa empotrándose contra la pared a cada embestida, sus gemidos, la respiración entrecortada... Su mente se quedó en blanco y voló libre, rebotando en las paredes de la habitación con cada uno de sus gemidos.

En algún momento, se convirtieron en súplicas, pidiendo a su hermano cada vez más.

Se aferró a Ron, pegándose a su cuerpo, y le besó con ansias, mientras le abrazaba con las piernas.

Ron... Rooon... - de sus labios surgió su nombre, y en el mismo instante, el chico sonrió, extasiado, porpinandole un caderazo que la hizo gritar, sintiendo la tensión burbujeando en su vientre.

Gimoteaba entrecortadamente, clavándole las uñas en la espalda. La intensidad con la que sentía a Ron la estaba enloqueciendo, y lloriqueó al experimentar un primer orgasmo ; suave pero intenso,que la sobrevino sin apenas darle tiempo a respirar, yque se encadenó a una sucesión de sacudidas que la dejaron casi sin aliento ; Ron incrementó su movimiento, a punto de llegar al clímax.

La miró con los ojos entornados, y, con un último golpe de cadera, se dejó llevar por el placer, sin separarse de Ginny, que, al sentir el húmedo y ardiente orgasmo de su hermano en su interior, se derritió en otro, tan intenso que no se dió cuenta de los alaridos que proferían de su boca, que reverberaron en el aula, ysedejó caer, apoyándose en la pared fríaque en ese momento la ayudaba a refrescar su ardor.

Ron, tragando aire para llenar sus pulmones, la abrazó con su cálido cuerpo, y acercó sus labios a la oreja de Ginny, dejando ir en susurros unas sencillas palabras que no esperaba escuchar.

Te quiero... - su voz se quebró en ese instante, y sollozó - Perdóname, pero, TE QUIERO! - y la estrechó aún más fuerte, intentando engullirla con su piel.

A Ginny los ojos se le llenaron de lágrimas. Su corazón le decía que era un amor sincero, y que a pesar de ser maldito, valía la pena vivirlo, así que sin decir palabra alguna, le atrapó en un abrazo mucho más íntimo, besándole intensamente.

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