jueves, 2 de agosto de 2012

Susurro


Susurro

Capítulo 08

Siguió tentándola, dándole pequeños besos alrededor de su zona púbica, explorando su cuerpo a la vez que aprendía todo lo que aún no sabía de una mujer.

Con los dientes, rasgó la tira de la braguita, rompiendola, y haciendo que Tsukushi soltara un pequeño gritito, asustada.

Sonrió complacido, y jugueteó a ponerla muy, muy nerviosa, dandole pequeños y esquivos besos en aquella zona tan sensible, mientras se ocupaba de quitarle lo poco que tapaba su sexo, sin perder de vista la cara de la muchacha, que cada ez se volvía más y más bermeja, hasta que optó por taparse la cara, como si así pudiera desaparecer del mapa.

Tuvo el impulso de quitarle las manos de la cara, de besarla y mirarla a los ojos y hacer que le mirase a su vez, y que le dijese que NO le tenía miedo.. pero, ¿de qué serviría eso… si él mismo estaba muerto de miedo?

No podría transmitirle seguridad, así que se limitó a quedarse allí, intentando darle todo el placer que supiera y pudiera darle, contandole en un susurro cuanto la amaba.

Besó sus muslos, acercándose a su sexo y acariciándoselo explícitamente, escuchando con atención los gemidos que brotaban de los labios de la mujer.

Siguió descubriendo aquél rincón destinado a causarle placer, y hundió su lengua allí, descubriendo dónde hacía que ella gimiese más, jugando muy lentamente, humedeciendo aquella zona carnosa y acariciándolo a su vez, excitándose de tal forma que creía iba a reventar.

- Aún NO - se ordenó a sí mismo, sumergiéndose aún más en ella, deslizando su dedo para darle mas placer, mojándolo con su propia lengua e introduciéndolo en la chica, que al notarlo gimió intensamente, cerrando con fuerza los ojos y clavando los dedos en el faldón de la cama, como si fuera a ser engullida por lo que sentía y eso la ayudase a mantenerse cuerda….

- OOooOooohhh… - gimió, enloquecida, y empezó a moverse sinuosamente, al mismo tiempo que el chico incrementaba el rápido vaivén de sus dedos y el rozar de su lengua, hasta que notó un sabor extraño en su boca, y escuchó a Tsukushi gritar con voz quebrada….


Caliente

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