miércoles, 1 de agosto de 2012

Ron


Parecía que su frágil cuerpo iba a quebrarse bajo el peso de Snape, pero estaba demasiado excitada, y no lo notaba apenas. Sólo sentía que iba a explotar, y que deseaba de una manera atroz a Snape, que la seguía mirando con una media sonrisa. Él la besó largamente, y mientras, la penetró con suavidad.

Ginny entornó los ojos mientras le clavaba las uñas en la espalda. Sintió un leve dolor, y cómo su cuerpo temblaba exageradamente del terror que se había adueñado de ella en aquel momento crucial ; pero Snape la ayudó a relajarse ; seguía siendo extrañamente dulce con ella, y se movía muy suavemente, como saboreando esos momentos.

Ginny empezó a notar otra vez cómo su cuerpo olvidaba el terror y el dolor, para seguir perdiéndose en el goce ; Snape se movía cada vez más rápido, y ella sentía cómo unas agradables rosquillitas iban avanzando por su interior, en oleadas intermitentes que cada vez eran más intensas.

Él se irguió, para sujetarla contra sí mientras la penetraba rápidamente, Ginny se aferró a su espalda y al brazo con el que se apoyaba en el suelo, se encendía al notar lo fuerte que era aquel hombre, que con un brazo conseguía levantarla del suelo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando experimentó un orgasmo muy intenso, que la dejó por un instante sin respiración. Le miró, temblando, y Snape disminuyó sus embestidas, dejándola otra vez en la hierba, y siguió moviéndose lentamente, para arrancar gemidos de aquella boca dulce y pequeña.

Y mientras, unos ojos desorbitados los observaban sin dar apenas crédito a lo que veían.

El pelirrojo que había se había alejado dando tumbos de Hermione y de su vida, estaba allí, de pie, avergonzándose de su hermana y de aquel odioso hombre, que no contentándose con hacerles la vida imposible, se había atrevido a arrebatarle la inocencia a su pequeña hermana, que....

Ron tragó saliva con dificultad, dándose cuenta de que estaba pensando en ella de una manera poco fraternal. A pesar de seguir algo embotado y exaltado, estaba muy espabilado, aquella imagen lo había trastornado. Sentía que sus pies eran de plomo, no podía moverse de donde estaba, fijando su vista en el cuerpo desnudo de su hermana, que ya era una mujer, y deseándola a pesar de saber que era una relación prohibida.

Snape le intuyó, y aún así siguió con su labor, excitándose más al saber que le estaban viendo. Dejó de penetrar a Ginny, que se lamentó como una gata en celo, y le cogió de los brazos para juntárselos a la espalda, con unas ataduras invisibles que invocó en un gesto rápido.

Ginny no podía mover sus brazos, estaban firmemente sujetos mágicamente. Le dolía un poco, pero estaba demasiado ansiosa como para quejarse ; miraba a Snape con ojos de cordero degollado para que no la dejara de aquella manera.

Snape le pasó un fuerte brazo por detrás mientras se estiraba en la hierba, poniéndola a horcajadas encima de su cuerpo, penetrándola otra vez, dejándola totalmente vulnerable.

Dirigió una elocuente mirada a Ron, que estaba fuera de sí ; su sangre hervía en sus venas, y los únicos instintos que lo sobrellevaban eran la lujuria y el deseo.

Respirando rápidamente se dirigió hacia ellos, despojándose por el camino de lo que llevaba, y al llegar a la altura de ellos dos, posó directamente su peso sobre Ginny, que se asustó al notar otra presencia, que no conocía. Quiso girarse para ver quién era, pero Snape atrapó su cara y le dio un largo beso, mientras hacía un movimiento con la mano y sacaba del aire un pañuelo suave y negro, con el que le tapó los ojos.

Ron besó el cuello de su hermana, suave, tierno y perfumado. Acarició su cuerpo tembloroso, que se arqueaba a su contacto, mientras Snape se apoyaba en sus piernas para embestir a la chica, que ni siquiera sabía cómo moverse sin perder el equilibrio.

Ron mojó dos de sus dedos con su saliva, para humedecer el agujerito más pequeño de la chica ; que se puso rígida al saber lo que la esperaba.

Después de haber preparado aquel rincón inaccesible, la penetró como un animal, siguiendo sus instintos, arrancando un grito de dolor de la chica, que gimoteaba experimentando dolor y placer al mismo tiempo.

Ron jamás había imaginado perder su virginidad de aquella forma, tan salvaje, y menos con su hermana, pero Hermione la había defraudado, así que, ¿qué más daba?

Se dejó llevar aún conociendo la identidad de aquella chica, que tenía un cuerpo bien formado y con el que se estaba divirtiendo de lo lindo.

De los tres se escapaban gemidos entrecortados, cada uno estaba a punto de llegar al éxtasis, y retorcían sus dedos, agarrando la piel del que pudiera tocar.

Ron gemía y lamía la oreja y el cuello de su hermana, dedicándole palabras ardientes, sin importarle que ella le reconociera, mientras, ella, confundida pero entregada a aquel vicio, sentía los dos miembros duros y latientes en su interior, y le gustaba hasta la extenuación.

El hombre sin nombre que la penetraba por detrás, la cogía de los pechos con fuerza, mientras su sexo temblaba espasmódicamente, antes de llegar al orgasmo ; él dejó escapar un gemido ronco y un suspiro, y ella lloró al experimentar el suyo, que la estaba sobrellevando al haberle notado, caliente y húmedo ; Snape la asió de las caderas embistiéndola con fuerza, gimiendo con voz ronca y clavándole las yemas de los dedos mientras el éxtasis le arrebataba la respiración.

Y a Ginny, sin apenas haberse recuperado, la recorrió un escalofrío, trayéndole un orgasmo demasiado intenso como para no gritar una y otra vez, quedando extenuada.

Je..jejejejeje... - rió con ganas Snape, mientras le cogía de la cabeza y la apoyaba en su pecho, y Ron se apartaba de Ginny, estirándose sobre la hierba, respirando con dificultad y llenándosele la cabeza en ese momento de arrepentimientos y dudas.

Weasley.. no sea tan inocente, no se moleste. A ella le ha gustado tanto como a usted, así que... no le dé más importancia de la que tiene.. jejejeje – le susurró el profesor, mientras besaba en la frente a una Ginny a la que un escalofrío, y no de placer, la recorría.

¡¡Quítame esto!! ¡¡¿Con quién estás hablando?!! ¡¡SNAPE!! – le gritó acongojada, intentando asimilar lo que había oído.

Oh, vamos, señorita Weasley.... Ginny... - le susurró, mientras Ginny se deshacía al oírle – sabes que te ha encantado, así que no valen ahora arrepentimientos... Estoy seguro de que vas a querer probar otra vez... - y se rió entre dientes, mientras la liberaba del pañuelo pero no de las ataduras.

Entre su cabello revuelto, que le caía seductoramente sobre la cara, distinguió a su hermano Ron, desnudo y sudoroso, y una oleada de calor inundó su cuerpo.

Estaba tan avergonzada que no sabía qué decir, pero el recuerdo de aquel sexo salvaje la hizo decidir que, después de todo, no podía ser tan malo.

Roooon... - gimió ella, mirándole con vergüenza.

Él la miró con las mejillas ardiendo, pero el vívido recuerdo de lo que acababa de suceder le superó ; así pues, se acercó a ella para besarla, mientras Snape sonreía pícaramente, cogiendo de las posaderas a Ginny, dirigiendo sus movimientos otra vez, muy, muy suaves....


Capítulo 10 La Inquisición Muggle: Un guiño

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