miércoles, 1 de agosto de 2012

Lilly 01

La observaba desde una cierta distancia. Apoyado en el dintel de la puerta, sonreía para sí mismo, enternecido por la situación.

Su dulce esposa, Lilly, estaba recostada en un sillón, ante la chimenea, acunando a su hijo.

Tarareaba una canción que no entendía, pero era tan tranquila, que inducía a un sueño plácido.

Se acercó a su esposa lentamente ; sólo el suave raspar de sus tacones contra el suelo enmoquetado puso sobre aviso a Lilly, que sonrió con picardía, mientras arrullaba al niño.

- James... - susurró, sin dejar de acariciar al pequeño... - No me digas que tú tambien quieres cariñitos... - se rió como una colegiala, alzando por primera vez su cara, y mirandole fíjamente con sus ojos castaño y brillantes.

- Purrrr... - se acercó a Lilly, mimoso como un gato, y la besó delicadamente en los labios.

- Bueno, bueno, tortolitos!!!... - una voz risueña rompió el idilio - No le enseñes esas cosas a Harry... Es demasiado pequeño aún!!! - gorjeó entre risas, y rescató al niño de los brazos de su madre, alzándole frente a él y haciendole muecas graciosas.

Lilly y james suspiraron al unísono, y observaron con cariño cómo un joven Sirius jugueteaba con su hijo.

- No nos lo secuestres!! - bromeó Lilly ; se le caía la baba cuando veía a Harry tan feliz, riendose alegremente mientras intentaba agarrar la nariz o el cabello de su tío Sirius.

- Aaaaawwwww!!! Si esque es el niño MÁS GUAPO de todo el mundo mágico!! - gritaba el chico sin dejar de jugar con su sobrino y echando rápidas miradas a la pareja, que se reía con ganas.

- eres un niño!! Menudo tío te ha tocado!! - bromeó James, abrazando a su esposa con orgullo.

- Ejem... - un carraspeo llegó desde la otra punta de la habitacion.

Una figura más bien enjuta miraba el cuadro que componían los cuatro personajes, con evidentes deseos de unirse a ellos.

- Remus!! - exclamó Sirius, con los ojos brillantes - Mira, mira!! Harry está jugando conmigo!! - exclamó la mar de contento mientras sostenía al pequeño Potter contra su pecho y yendo hacia él, cosa que aprovechó el pequeño Potter para agarrar un mechón de pelo de la melena de Sirius y llevarselo a la boca.

- Aaajjjj!!! Que eso duele!!! - gimoteó como un crío, intentando que Harry soltara su cabello... pero no había manera.

Suspiró perdonandoselo todo a su pequeño ratoncillo, como solía llamarlo él.

- Bueeenooo, pues, ¿¿qué os parece si me lo llevo de paseo y así os quedais solos... parejita?? - miró a James con gesto pícaro riendose por lo bajo, a lo que él respondió con una amplia sonrisa y un movimiento de cabeza.

- Pero, James!! Que nos lo secuestra!! - Lilly lo miró con algo de miedo en los ojillos, aunque no por temor al propio Sirius, sino porque no le gustaba separarse de su niño.

- Cariño... confía en él!! Estoy seguro de que ningún padrino puede querer tanto a un ahijado... - le sonrió, besandola cada vez que tenía que decir algo, hata que la convenció.

- Está bien... - suspiró, levantandose y, acercandose a su hijo para besarle en la frente. - Portate bien, y no-dejes-calvo-a-tu-padrino!!! - susrró mientras deshacía la maraña de pelos y los soltaba del pequeño puño que tan fuerte los había agarrado.

- Y tú!!... - puso morritos, pero optó por darle otro beso en la frente - Ay, mi niño!! - rió - Cuidalo bien!!!

- Eeeeso es sólo mío!!! - exclamó James, mirando enfurruñado a su esposa, pues por mucho que hubiera sido familiar y con uno de sus mejores amigos, los celos siempre le mordían los pies.

- Bueeeenooo, bueno, venga, vámonos!!! - exclamó Remus, que olía en el ambiente el estado de ánimo de James - Aprovecharemos para comprar algo dulce que comer para hincharnos esta tarde...

Y cogió del brazo a Sirius para sacarlo de allí, al tiempo que se despedía de la pareja con un gesto de la mano.

Ruido de llaves, pasos apresurados saliendo a la calle, el sonido de la puerta cerrandose y... llegó el silencio.

- Aaaaah... por fín un poco de silencio... - sentenció James, asiendo a Lilly por la cintura y acercandola a sí.

Puso su mano en la cabecita de la chica, que seguía mirando con algo de preocupación hacia donde habían desaparecido con su pequeño.

- Eh!! - apoyó las manos en sus hombros, mientras que buscaba sus labios con los propios - Cariño, no te preocupes... En serio!!!

La besó suavemente, mirandola luego a los ojos, y, con un ágil gesto, la cogió de la cintura para atraparla contra él, cubriendo su rostro de besos.

Lilly, que había muerto por un momento de preocupación, tuvo que corresponderle, dejandose llevar por lo que le dictaba su corazón.

en fín... supongo que tienes razón!!! - suspiró, deshaciendose del cálido abrazo y echando a correr hacia las escaleras.

Al pie de ellas, echó una mirada de gata su esposo, y subió como pudo los escalones al ver cómo James echaba a correr hacia ella.

Y las risas se confundieron con gemidos y suaves lamentos...

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